A mí, con su permiso, siempre me llamó la atención aquel pasaje del Génesis, el 6:1-4 concretamente, en el que se dice que “los Hijos de Dios se unieron a las Hijas de los Hombres” porque vieron que eran bellas y todo eso… como cuando dice que “de esa unión creció una raza de gigantes” (Nephilim). En otras versiones bíblicas con el añadido de “varones de nombradía”, que es como decir gerifaltes, gente importante, personas “vip”, con mando en plaza… ya me entienden. Pero lo que no encajo nunca es el hecho de cómo unos ángeles sin cuerpo material pudieron llevar al huerto a unas hijas muy materiales, por muy hermosas que las encontraran, cosa que no dudo. Como aclara el mismo Génesis, y también lo aclara Mateo, en 22:30, que los ángeles no se casan, porque no tienen género, y no pueden reproducirse por vía coital y tal y cual…
…Y a ver, otra cosa: ¿porqué las emparejadas con los hijos de los hombres – parentela propia, al fin y al cabo – no les salieron “varones de renombre”?.. Porque luego, avanzas en las Escrituras y dan una explicación sobre que Yahvé, ya vé, tuvo que desatar un diluvio para acabar con aquel despropósito, con aquel “sindiós”… Como tampoco entiendo por qué se castiga una descendencia que reconocen los mismos textos como que “fueron los héroes de la antigüedad”, y no se mete con una manifiesta endogamia que supone los hijos e hijas de los hombres, hermanos a la postre, o primos, emparejándose entre ellos y criando especímenes ramplones, si no tonticos, como conoce y concede la ciencia que es el resultado de la consanguineidad… y de lo que se supone que Dios debía saber un rato largo…
…Salvo, claro, que Yahvé y Dios no sean lo mismo… Entonces se explica que el primero se equivocara, como todo hijo de vecino se equivoca, que al que cuece y amasa de tó le pasa, y éste, que amasó el barro primigenio, tuviera sus más menos que más, se diga lo que se diga… (Ya he dicho en varias ocasiones que Elohim es plural, y significa Dioses)… Bueno, vale, mi curiosidad del principio se mantiene intacta: ¿cómo los ángeles y macizas hembras carnales pudieron tener comercio ídem?.. Aquí, los exégetas le echan una manita al posible desliz de Mateo, y alegan que bien estos ángeles pudieron ser los malos de la película, los satanaces, demonios y luciferes, que, los puñeteros, se forjaron un cuerpo de materia oscura de la guerra de las galaxias, y bajaron a cortejar a una vecindad de tías que (con perdón) estaban más buenas que el pan…
Ya sé que, en definitiva, en esta parte de la angeología las contradicciones van paralelas a las explicaciones… Así, aunque en Hebreos 1:14 viene a decirse que los ángeles son seres inequívocamente espirituales, luego viene Marcos 16:5 y aclara que sí, que bueno, que vale, pero que también tienen la facultad de tomar forma humana, llegado el caso y si la ocasión así se tercia, por lo que… Sea como fuere, el caso es que en Sodoma y Gomorra (Génesis:19,1-5) estuvieron sus habitantes a punto de hacer cabello de ángel con un par de ellos que tenían sus cuerpos “al dente”, y que, gracias a Lot, salvaron las plumas. Que por ello (otra vez Yahvé, oye) les lanzó una maldición atómica desde su particular Elona Gay, que los convirtió a todos, mujeres, ancianos, niños, inocentes y culpables, en sal de cocina.
Pero miren, a pesar de todas esas posibles aclaraciones – que pué ser, óiga – y aún suponiendo que así fuese la cosa de ángeles y señoras, me queda la incógnita colgada del candil de Diógenes: a ver, ¿por qué esos ángeles, por caídos que fueran (les cayeron encima a las mujeres) no siguieron actuando, interactuando y socializando con ellas a través de las eras y en las eras?.. Otra vez los mismos ángeles de antes, que pá eso están, dicen que es que “Dios encerró en prisiones de oscuridad a los ángeles que cometieron tan abominable pecado” (Judas,6), aunque sea apócrifo. Vale. Pero otra duda, maestro: ¿encerró solo a los flojos de bragueta, o a todos?.. ¿no se habrá escapado alguno?.. ¿un perdón, una amnistía..?. Porque, por aquí, sus mismos adláteres hablan del diablo suelto, o que esto es cosa del diablo, y demás historias…
Por supuesto que esto no cierra el debate… Aquí podríamos seguir hablando durante eones y seguir abierta cualquier posibilidad. Cuando una línea argumental se muestra contradictoria en sí misma, y encima se la quiere justificar, resulta una chapuza… Pero, claro, si mezclamos leyenda, historia, mito, literatura, religión y dogma, la probabilidad nunca se acercará a la realidad, al menos sin que te rompan los morros con un anatema… Está claro que, en los albores de la humanidad, las mujeres nos hicieron un traje de luces mientras ellas se lucían con los luciferes, que, tras su lucida faena, se largaron y nos dejaron un sembrao que esturreó algún mandao… Y que aquí estamos preguntándonos aún si fueron galgos o podencos.
Hay quiénes lo explican como que la coyunda fue entre los descendientes de Caín y de Abel, pero, ¿quién nos dice que esos dos nombres no simbolizan precisamente esas dos tendencias universales en batalla, y que, al fin y al cabo, es lo mismo así en la tierra como en el cielo?.. No aseguraré yo nada, pero nada negaré tampoco, caramoco…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
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