Érase que se era una compañía española que se puso a fabricar dispositivos de carga eléctricos para coches. Como buena empresa nacida en España, se impuso el nombre de Wallbox, como verán, muy identificativo del país no es, pero es que, si no, se ve que no vendería una escoba… Su valor era de 73 millones dólares, baby. Desde 2019, Iberdrola, con el ojo puesto en la liebre de la electrificación, les encargó mil unidades de cargadores de coches, convirtiéndose en el segundo accionista de la empresa tras sus fundadores, a la vez que se constituía en cliente, al mismo tiempo que proveedor, de Wallbox, como de sí misma… Anda que te andaré, de la mano de una compañía de inversión americana que también pone mojama, la… ¿española aún? Wallbox, ya cotiza en Bolsa, pero no en la de aquí, si no en la de Nueva York… Y ya vale (cuesta) 1.475 millones de dólares…
…Pero, mientras tanto, aquí, en el país de origen del asombroso y suculento invento, seguimos jodiendo a la atmósfera y al medio ambiente, porque aún no tenemos coches eléctricos. Y no los tenemos, porque aún no nos decidimos comprarlos. Y no nos hemos decidido a comprar coches eléctricos, porque… ¿dónde carajo los vamos a cargar?.. Es lo de siempre, que aquí el inventor del submarino será todo lo español (y cartagenero) que se quiera, pero vamos a la cola en la técnica, producción y desarrollo de sumergibles… O el del autogiro será todo lo español (y murciano) que se desee, pero pagamos royalties hasta por las hélices de los drones… O el del riego por goteo será más español que Camarón de la Isla, pero los derechos hubo que pagárselos hasta el final a los israelíes…
Y podríamos seguir contando y cantando historias e historietas de estas hasta cansarnos y aburrir a las ovejas, que, como dijo no sé quién, España y yo somos así, señora… El fabricante de puntos de recarga de coches eléctricos español cotiza en Nueva York, impulsado por las expectativas que genera – y generará – un transporte que, en un inmediato futuro, o es eléctrico, o no será de ninguna otra manera. Tal es, y no otra, la perspectiva de riqueza y ganancia of aqueste invento. No se beneficiará de ello España, se lo aseguro, visto lo visto…
… Lo adelanté un poquico en un artículo anterior: “La Factura de la Luz”, creo que se llamaba, y decía que no pasará mucho tiempo en que, por p… necesidad, la energía del transporte se usará del Hidrógeno verde (está inventándose) y/o de la electricidad (que está inventada), aunque ésta la saquemos de la solar, eólica, mareas, o cualquier otra no contaminante. Ya saben, el petróleo ha muerto, larga vida al otróleo… El negocio ha de seguir y los intereses empiezan a tomar posiciones en el nuevo mercado. España ha perdido muchos trenes de los que fue locomotora, y perderá éste también, ya lo verán los que lo verán. Nos subiremos al vagón de cola, con suerte…
Bueno, ¿y a ti, qué..?, se me dirá. No, a mí nada, contestaré. Yo ya no conduciré, si acaso, con suerte, o con mala suerte, me conducirán, y eso, en el supuesto de que no haya sido traspasado a otro equipo… Pero es que veo que a nadie atañe, ni preocupa, ni se da por aludido. Formamos un país de cañas, panderetas y lolailos. De camareros cuya máxima aspiración es agarrar nuestro coche y largarnos a otro sitio donde nos sirvan otros camareros (con todos mis respetos para los camareros). Somos unamunianos, pero de la parte del “que inventen otros”, o sea, de codillo.
…Y nuestros gobiernos y dirigentes políticos tampoco pueden ser distintos a nosotros. Ellos están para servirse y servir a las grandes corporaciones que les ponen las puertas giratorias ante sus narices, y a que nosotros les sirvamos a ellos. Exactamente igual que los que los votamos, que bandejeamos para que nos bandejeen. Si bien que al nivel que nos corresponde, claro…
El corolario de esta historia es que no tiene corolario… Tan es así, que, como digo, ni siquiera nos bautizamos en nuestro propio idioma, y buscamos nombres extranjeros – english, please – para ser creíbles y que nos tomemos en serio nosotros mismos. Y salir fuera para que se nos respete, si es que eso merece respeto… Entiéndanlo, no va a furrular por esos mundos de Dios una cadena, o multinacional, o lo que fuera eso, con el nombre de Punto de Recarga Saturnino, por ejemplo. Otra cosa, naturalmente, es WallBox, aunque sea como el jamón ibérico, donde es bueno hasta el tocino… Y, mientras tanto, don Quijote, a su escudero, más Panza que Sancho, buscándole una ínsula de la que hacerle gobernador…
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