Ayer me comprometí con Vds. en seguir tratando el tema del que me ocupé el anterior fin de semana. El Vacunómetro, como lo llamé. Y me quedé en las iniciativas del sector privado que se estaban empezando a tomar en algunos sitios, aún tímidamente, para facilitar la normalización de la situación, la responsabilidad de un gobierno que no termina de agarrar el toro por los cuernos como debiera, y la de una ciudadanía que tampoco parece estar por la labor de asumir las consecuencias propias de una irresponsabilidad que se pone de manifiesto apenas le abren una rendija del toril…
Existen empresas de acumulación de gente, como por ejemplo de espectáculos musicales, deportivos, organizadoras de eventos, etc., que empiezan a explorar soluciones y posibilidades para no tener que cerrar sus negocios. Y ya se ha hecho algún que otro ensayo con éxito… Un ejemplo aquí, en España: en un concierto dejaron pasar a todo aquel que, previamente, se hacía las pruebas médicas oportunas. En la misma taquilla. Rigurosamente. De cientos de asistentes, aislaron a ocho que estaban infectados. Si hubieran entrado, el sado de la cadena de contagios hubiera levantado un foco importante, pues se hubieran convertido en 800 bombas circulantes de dudoso seguimiento…
En un Club de Fútbol inglés de segunda división fueron a más: tras la prueba, si aún no está vacunado, le suministran la vacuna allí mismo. Y si no, no pasa… En Seat Catalunya, la empresa está vacunando por su cuenta a todo empleado y proveedor… En organizaciones de eventos de bodas y bautizos ya se está tratando de la posibilidad de ejercer un control directo en tal sentido sobre los asistentes…
Sería incluso la manera más efectiva de hacerse vacunar a los rehacios (aislándolos socialmente): “Usted, señor, señora, ¿quiere asistir a los fastos del cumpleleches de su nieto o del aniversario de su hijo/hija, o asistir a cualquier evento o espectáculo?.. pues si no está vacunado o vacunada o vacunade, vá a ser que nonis, mure ustezzz…
Nuestra ministra de AA.EE. ya ha dejado dicho que es preciso una colaboración público-privada en este sentido, que solo así se dominará la pandemia… pero aquí, muy señora mía, es como predicar en el desierto más desierto, pues es desierto mental… ¿Usted se imagina que no haya cierre de bares, ni interiores, ni salas de fiestas, ni nada de nada de nada, con el único – pero severo – requisito de que solo sirvan a los que estén vacunados?, ¿Qué no es posible?, bueno, porque usted lo diga…
…Y con esto, queda abierto el debate. Que no otra cosa es mi intención, amigos, o enemigos, míos… Sería interesante que se debatiera sobre este tema, y que la gente opinase, y que los profesionales hablasen libremente; y que las autoridades dijesen; y que todo el mundo echara su cuarto a espadas… Porque no tenemos más salidas, ni más gateras, ni más escapatorias a la tremenda ruina económica a que nos enfrentamos, con una pandemia a medio dominar, que establecer soluciones imaginativas, y voluntariosas, y comprometidas, a la vez que enérgicas, sin paliativos, ni excusas, ni concesiones…
Porque no nos engañemos. Aquí, un desalmado que sabe que está infectado, se quita la mascarilla y jode a cuantos puede, y no se le cae el pelo… Aquí, a los badulaques descerebrados juveniles de la fiesta y el botelleo animal, se les empapela con actas de dudoso cumplimiento, y la Administración se justifica acciones vacías e inútiles de contenido y resultados. Puro selfie. Es lo que está ocurriendo realmente. Desmanes en serie a los que no se le pone coto alguno en serio…
Pero empecemos por vacunar a todos esos díscolos y transgresores personajes burros, insolidarios e irresponsables. Sí o sí. Y a los que no quieran, aíslenseles para que no puedan asistir a lugar común alguno, mientras no lo haga… Creo que a eso se le llama actuar en legítima defensa social… Veamos, usted es un riesgo para los demás, un peligro para la salud pública, así que ejerzo mi no menos legítimo derecho de admisión, y se larga de aquí o llamo a la policía que le eche a patadas, o lo encierre por peligrosidad pública… De eso se trata.
Mírelo, si no, de otra forma: Llega un sujeto a un lugar y le amenaza con un arma, ¿usted qué puede y debe hacer?.. Pues bien, el Cóvid-19 es un arma, letal en muchos casos.. ¿no debe usted defenderse?.. Solo es cosa de aplicar la lógica, el sentido común… Salvo que prefiramos el sálvese quién pueda del que pueda. Como en el antiguo Far-West.. S´acuerdan…
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