Los hosteleros se han empeñado en victimizarse, pero eso es mentira. Nadie los criminaliza, dado que ellos no son culpables de tener una clientela cerril, que no sabe, o no quiere, usar una mínima prudencia...
De hecho, los principales enemigos de la hostelería son sus propios clientes. Los que se juntan horas sin precauciones alrededor de un vaso a festejar encantados de haberse jodido. Los que los usan como excusa para saltarse las normas...
Si acaso, son consentidores, pero no culpables. Nadie los responsabiliza de nada, pero tampoco deben justificar a quiénes los utilizan. Es como hacerse la casa en una rambla. Que cuando viene la riada...
Yorumlar