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Foto del escritorMiguel Galindo Sánchez

REAL-IDADES



¡ Qué cosas ¡… Como Felipe González, yo también me he enterado por la prensa, pero no de la tontería corrupcional de un hermano de Guerra que tenía montado un despacho en los aledaños del poder (eso, comparado con lo de hoy, es tan ingenuo y naif que dan ganas de llorar de ternura), además de que la corrupción en España ya no es noticia. Estamos tan ahítos de ella que ya no le prestamos atención – precisamente sea lo que se busca – y lo vemos hasta anormal, sin serlo en modo alguno…

No… de lo que me he enterado por la prensa es que en los Países Bajos, ¡válgame el cielo y los tulipanes!, desciende el apoyo popular a la monarquía… Parece ser que las vacaciones griegas de los reyes en plena era covídea; el yate que se ha mercado el rey Guillermo de un par de millones de eurones; la remuneración de la princesa Amalia, de 1,6 millones anuales – ná, pá sus caprichos – y su comportamiento para con la pandemia (¿es que no pueden ser negacionistas como la consejera de maleducación de mi roal murciano?) le han pasado factura, y les ha bajado el índice a casi la mitad. Tan solo la reina Máxima – que no significa que sea la máxima reina – parece ser que mantiene el tipo por encima de ese 50%...

El monarca, se explaya la noticia, ha asegurado repetidamente que él solo desea ser “un rey compasivo y comprometido”, pero no aclara de quiénes se compadece ni con quienes se compromete, y es que una verdad difusa salva los muebles, y una verdad descarnada, o una verdad-mentira, puede joder el trono un montón… A la monarquía que no le mueven el pendón es a la inglesa. Ahí tienen a la reina de sombreros, o a su real progenie, sus allegados y figurantes, que tienen privilegios, supersueldos, mangoneos y mamandurrias a mogollón, y en el Reino Unido no se mueve un solo ¡joer!... Todo lo contrario, se llevan su pan y sopan por donde van pasando… Yo no sé si el pueblo británico es servil hasta la empuñadura, o es que es de una ignorancia ilustrada tan superior como inútil… pero ahí están, tan orgullosos ellos...

La nuestra, sin embargo, es más de trapillo… “dentro de un órden”, como diría mi llorado amigo R.B.- Es la parentela pobre de la británica. Fíjense que a nuestro Alfonso, por casarse con una princesa inglesa y formar parte de la family, la reinona lo hizo oficial 1º de su Guardia Real, un lacayismo disfrazado de honor. Si se fijan, el caballo que abre la comitiva en los desfiles lleva una cinta lateral con la bandera española. Guay… Es una monarquía, la nuestra, institucional, demócrata y pobre. Salvando las braguetadas de los anteriores y la metida de pata y mano del último, el actual es más serio y digno de lo que merecemos. Y de una sobriedad espartana que espanta…

Y, sin embargo, somos parcos en reconocérselo… Es una monarquía escueta (nos cuesta menos que un Primer Ministro de cualquier república europea), lo está haciendo bastante bien, dados los tiempos revueltos que vivimos, y encima se lleva los escupitajos de la impresentable ultraizquierda ante la pasividad de la poco presentable izquierda, y la vergonzosa “protección” de la salvaje ultraderecha. Cuando escucho a los primeros, con sus embustes, falsedades y mentiras, se me sueltan las tripas; y cuando oigo a los segundos, me recuerdan a Mussolini con respecto a su rey Víctor Manuel.

El último “quejío” de Iglesias contra Felipe el sexto, es que, con el escándalo de lo de la “balasera”, no lo ha consolado… ¡malo, más que malo!. No quiere darse cuenta que está condenando esas actitudes desde antes incluso que se produzcan – no hace otra cosa, en realidad – como tampoco ve el Iglesias que ese calibre Cetme también lo están recibiendo personajes de la derecha e incluso la Guardia Civil. Pero cualquier ocasión es buena en Pablo para dar caña al mono. Personaje ruín y miserable, tanto como sus extremopuestos. …

Pero aquí, como somos de naturaleza incultos y de tendencias ignorantes y bajunas, creemos que las monarquías y las repúblicas son buenas o malas en sí mismas y por sí mismas, por definición, y no por los personajes que las representan… Es la diferencia entre nuestros vecinos europeos y nosotros. En el caso del ejemplo con que abro éste de hoy, ellos tienen a su prototipo nacional de “El holandés errante”, y nosotros tenemos el nuestro de “El español erróneo”… ¿Qué no..?

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

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