Cuando era un chiquillo, hace un millón de años, en las escuelas nacionales de la época, con el Catecismo Ripalda por texto, se nos enseñaba religión… Entonces se nos contaba aquella historia sobre San Agustín (los de mi leva se acordarán sin duda) que, paseando por las inmensas playas de Hipona, andaba meditando sobre el misterio de la Santísima Trinidad, el hombre, cuando vió a un niño acarreando agua del mar a un pequeño hoyo que había hecho en la arena…
¿Qué estás haciendo?, le preguntó. – Meto el mar en el hoyo, le contestó el crío… Eso es imposible, adujo el santo obispo… - Pues más imposible resulta entender el misterio de la Santísima Trinidad, dicen que le soltó el chaval aquél, que resultó ser, claro está, un ángel con un no menos claro mensaje para aquél, después, doctor de la iglesia…
Naturalmente, fue un mensaje para desanimar a todo el que quiera razonar sobre lo que se establece por dogma… No pienses, solo asume y acata. No tienes que comprender nada, ya que nosotros comprendemos por ti; no hace falta que entiendas, ha de bastarte con nuestra infalibilidad… ¡qué manía de razonarlo todo, por favor..!..
Este cuento, o leyenda, o lo que fuera, corría en las lecciones catecísmicas para atajar los ¿por qué? Y los ¿cómo?, con una lección de impostada modestia. No nos consta si San Agustín hizo caso o no del consejo y siguió dándole al caletre, ¡joío crío éste…!, pues, si bien el aparente final y colofón fue que la lección del “déjalo estar, tío” fue recibida con santa mansedumbre, por su intento de explicarla en sus escritos se deduce que el puñetero siguió erre que erre, si bien lo redactó bajo una oportuna cortina de humo que la velaba a los no avisados… Insistiendo, por supuesto, en la norma de la casa de acatamiento debido por parte de los creyentes.
No es para extrañarse. Es el sistema seguido por todas las religiones que hacen del conocimiento un arma de poder e influencia. Una estrategia normal para imponer obligación sobre convencimiento en su comercialización de la salvación. Condición sine quanon para ganarse el cielo, entre otras cuestiones, naturalmente… Tampoco es la única. Las religiones orientales, el hinduísmo, y otras mucho más antiguas, contemplan la Trinidad en el hecho de explicar a Dios como creador de todo lo existente. O sea, la nuestra, la de Padre-Hijo-EspírituSanto, es una aportación de sabidurías anteriores adaptadas a nuestro credo.
Existe un viejo método para maquillar las cosas más simples, y es complicándolas. Ascenderlas al universo de lo misterioso, del milagro y lo inexplicable. Por eso nuestra Trinidad tiene los pre-nombres de Misterio y Santísima. Mezcla lo santo con la misterioso, y te sale un enigma de lo más sencillo… al menos, aparentemente.
Para realizar cualquier obra, se necesita un Autor, el actor y el tema… Quién la diseñe, quién la realice y con qué llevarla a cabo… El plano, el ingeniero y el material. El director, el obrero y la herramienta… Pueden ponerse muchos ejemplos para una inicial y elemental comprensión del tema, sin que se desmoronen los cielos sobre la tierra ni venga ningún ángel justiciero a cortarnos la cabeza por atrevernos a pensar. Pensar es un atributo divino, y parte de nuestro oficio de ser humano.
La física actual (la quántica) lo explica – incluso lo demuestra – divinamente… permítanme el calificativo, pero lo escribo sin ánimo de ofensa ni cachondeo… Plan, energía inteligente sometida a ese plan, y materia que es hija de esa misma energía… Energía, Espacio y Tiempo… Pueden repartir los papeles de los Reyes Magos a su gusto o entendederas, que van a encajar a la más absoluta perfección, si no percepción…
Porque, luego, cada sesera se entiende a su manera… Pero lo principal, lo básico, lo sustancial, es otorgarle la enorme y definitiva importancia que merece. Estamos hablando del Todo, del cual formamos parte, y al cual pertenecemos a la vez y al mismo tiempo que nos pertenece. No es cosa baladí. Ni ninguna broma tampoco… Cuando aquel zagal le dijo a San Agustín que estaba metiendo el mar en el pequeño agujero, en realidad le estaba explicando el Bing-Bang de la creación: que de un minúsculo agujero salió todo el universo. Pá que tenteres, acho…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline
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