La nueva Alemania post-Mérckel enseña las uñas y los dientes a China y a Rusia... El gobierno tripartito de izquierderecha (¡qué envidia, coño!) se aleja del enfoque conciliador de la tía Ángela, y se pone duro con estos chulos de patio de colegio.
Scholz y su ministra de exteriores, Anna Baerbock, les ha cantado las cuarenta en bastos a Putin y al de la muralla. Como debería haber sido hace algún tiempo... A mí me encanta por un par de razones:
Para que vean que no pueden aprovecharse de la división ideológica de un gobierno - deberíamos tomar ejemplo de una p... vez - y para que sirva de postura común a una Europa que solo ha sabido bajarse los calzones... o las bragas, por eso del lenguaje inclusivo.
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