Lo he escrito muchas veces en muchos sitios: Torre-Pacheco tiene un problema que ha ido empollando durante mucho tiempo de ignorar las cosas mal hechas, y que ha eclosionado en el momento en que se ha dado una situación pandémica como la actual… Desde la primera semana del primer mes de hace un año que se sabe dónde reside el talón de Aquiles de una comunidad que vive casi exclusivamente del sector primario, y que necesita, además de agua, mano de obra asequible y disponible. El error es cuando, durante décadas, se ha mirado (porque así ha interesado) para otro lado en cuanto a la asimilación y el asentamiento de esa población foránea que nos saca las castañas del fuego en la labor agraria…
Al principio de mis tiempos en Coec, por ejemplo, existía una inspección de la vivienda que desapareció, curiosamente, cuando las Ett´s se inventaron, se asentaron y proliferaron. El cada cual se apañe y sálvese el que pueda fue la norma de avecinamiento y convivencia (recuerdo que incluso venían los inspectores de Sanidad de la Consejería, y se saltaban los comercios de alimentación de inmigrantes) al igual que se dejaron de hacer inspecciones de trabajo – documentación, medios, etc. - en el transporte y a pie de bancal… Casualmente, todo lo que hasta entonces funcionaba en tal sentido (vigilancia y control) dejó de hacerse… Incluso comenzaron a proliferar las viviendas-patera, que vecinos desaprensivos multialquilan hacinando en ellas a tres y cuatro familias (un delito fiscal a añadir al sanitario). Por cierto, mucho más se dá ese caso en la población sudamericana que en la árabe, según mi experiencia en +20 años de Juez de Paz…
Es más: si les preguntan a los que realizan los seguimientos desde el principio en los centros de salud, les dirán de esos casos en que la persona infectada, a la que apelan aislarse, contesta que en un mismo piso, con un solo baño y una sola cocina, hay un par de familias más conviviendo, y a ver cómo lo hacen… No es nada nuevo hoy. Ni se corresponde a esas personas solas que viven agrupadas y a las que se les puede enviar a una residencia en su aislamiento, pero que no se soluciona el foco común de contario… No está ahí el problema. Hablo de unidades familiares enteras. Como hablo de lugares de convivencia, de distribución y de traslado a los trabajos carentes de vigilancia alguna.
De poco sirve reunirse con líderes de colectivos y los funcionarios de turno con traductor y todo a repetir lo que se viene diciendo desde el principio hasta la extenuación. Son actuaciones de gran calado las que se necesitan, y que deben de hacerse ya de cara a un futuro que nos va a traer muchas de estas situaciones… Existe un hotel de 100 habitaciones, deteriorándose por abandono, y un banco que está deseando negociar. Como existen, por desgracia, muchas, quizá demasiadas, casas y edificios cerrados, incluso con okupas, en manos de entidades bancarias con las que poder tratar. Hay Bandos que poder publicar, multas ejemplares que poner a los auténticos responsables, órdenes que dar a la policía municipal, cosas que hacer y que se dejaron de hacer un día… Menos reuniones y más acciones.
Como también existe un sector potente y poderoso, el agrícola y agroalimentario, que es el primer interesado en que no le falte esa mano de obra, ¿no?.. pues vale, que colabore en la solución del problema, que también le afecta a él. Hace unos días, la Policía Nacional encontró a 30 personas en situación irregular en un par de autobuses – petados y sin mascarillas – que correspondían a un par de Ett´s, o ayer mismo fué sancionada otra por explotación laboral… Por (mal) ejemplo.
El problema ya no se puede ocultar más… Esto no quiere decir que la hostelería esté exenta de toda responsabilidad: Cuando se está advirtiendo que una reunión familiar numerosa provocó uno de los más importantes repuntes en Puerto Lumbreras, una terraza amogollonada, sin distancias y sin precauciones, con mayor razón puede ser letal. Y es precisamente esa hostelería la que más tiene que exigir vigilancia policial, porque es la que está cargando con el pago de la factura en su mayor parte. Y me parece a mí que, en este punto, se están haciendo las cosas justo al revés, con dejación y alevosía… Actuar o no actuar, he ahí la cuestión.
La penitencia siempre viene después del pecado. Así que hoy estamos pagando por lo que hicimos (mejor dicho, no hicimos) ayer… Hay dos maneras de reaccionar a este jodido y puñetero escrito de hoy: o tomando en consecuencia aunque solo sea un poco de todo lo que se dice, o matando al mensajero. Lo menos arriesgado, y fácil, y cómodo, y político, es hacer lo segundo: matar al mensajero… Asi, que ustedes mismos.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
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