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Foto del escritorMiguel Galindo Sánchez

PABLIGLESIAS STORY



Pablo Iglesias nació en el momento oportuno en que la sociedad española estaba harta de sus políticos. Y se convirtió en el líder de la calle, de las reuniones urbanas, en el portavoz del descontento, en el azote de “la casta”… Un movimiento asambleario que, por cierto, no cambió nada, salvo ampliar la nómina de esa misma “casta” para que formaran parte de ella los políticos que la misma protesta estaba cocinando. Nada sustancial cambió en los ámbitos y en los hábitos de los políticos españoles, salvo complicarlo todo y ampliar el número y la desfachatez… E Iglesias se hizo “casta” y habitó entre nosotros…

Desde que apareció en escena, habló de “liquidar el régimen del 78” de manera obsesiva.. Sin embargo, lo que la Transición trajo a España fue la democracia. Antes de lo que él llama “régimen del 78” era dictadura pura y dura, y gracia a su demolición él mismo se ha venido beneficiando de un régimen de libertades. Salvo que soñara, claro, con un régimen tipo soviet, lo lógico de la Transición que tanto aborrece era desembocar en un régimen democrático… No a la altura “democrática” de tener a jueces y medios de comunicación sometidos a su verbigracia, como es su concepto de democracia plena, pero sí lo suficiente como para alojar su estrafalario sentido democrático de las cosas y de los casos.

Porque, paradójicamente, su odiado Régimen del 78 lo ha tratado bien. Muy bien. Y el capitalismo liberal, mejor aún. Ahí está su lujosa propiedad y exclusivista residencia de Galapagar, extrañamente proletaria. O de (hasta ahora) ser vicepresidente de un gobierno que le arrima sopitas calentitas con que alimentar su raro progresismo de practicar el más escandaloso nepotismo para con su parentela y su clientela – caso Garzón – y aplaudidores incondicionales… No, no le van mal los frutos de su denostada Transición a quién ha aplastado su propia disidencia interna a base de purgas para ejercer su único y exclusivo personalismo…

Desde ahí, no solo ha repetido los pecados de La Casta, sino que también ha añadido algunos más. Pareja ministra; exasesores dirigiendo un periódico convertido en su boletín interno, y dedicado a la propaganda torticera y al señalamiento de periodistas críticos. Una portavocía parlamentaria dedicada a sembrar fake news en todo su barbecho, sin descartar denuncias falsas para anular voces que le son incómodas… El inventor y fabricante en su día de skratches que ahora no los tolera contra su persona y está pronto a denunciar a quien turbe la sagrada paz de su convento familiar en su privilegiado entorno: esa humilde dacha del poderoso dirigente…

…Y, sin embargo, y a pesar de todo lo bonito que le ha ido con los herederos de su tan despreciado Régimen del 78, Pablo Iglesias, incongruentemente, aún declara, enfadado y dolido, que no es una democracia plena, que en España existe un importante déficit porque un prófugo de la justicia de un Estado de derecho, pobrecito mío, lo está pasando peor que aquellos exiliados que huían a campos de concentración extranjeros de una muerte segura por la persecución de una dictadura golpista y sanguinaria… Eso dice, y aún se reafirma. Y lo mantiene en su ciego absolutismo. Le gustaría tener una democratia plena, como la de Maduro, o Putin, o como la que ha estado a punto de cuajar Trump, aunque éste tuviera un marcado tufo fascista. En el fondo, todos tienen las mismas maneras…

El eje en que pivota el par de ideas básicas de Pablo Iglesias es dinamitar la España constitucional, saboteando la trayectoria demócrata de la izquierda constitucionalista, hasta lograr el poder que le permita su plena impugnación… La estrategia de enfrentamiento sistemático contra el gobierno del que forma parte, e intensificada en uno de los momentos más delicados, poniéndose al lado claro del independentismo, no es otra que debilitar ese mismo gobierno hasta tenerlo a tiro y darle el de gracia. Sabe perfectamente que la soledad del Psoe es absoluta, dado que el resto de los partidos carecen totalmente del más mínimo sentido de Estado, y que lo empujan para él poder tenerlo a su merced. Lo del intento del cambio de pareja por Ciudadanos ha sido un absoluto desastre, y, ante ello, se siente fuerte y seguro para ampliar su frente y optar por la toma de Madrid.

Así que la Story de Pablo Iglesias, que comenzó en los movimientos de parto fallido 15-M, aún no ha terminado… Su gran coco es unas elecciones generales que, tras auparlo a la cima, conforme se le ha ido viendo el jopo, lo ha ido descabalgando del jaco. Con su escasez última se hizo imprescindible gracias a la burrez e inoperancia de una oposición lerda y ciega, pero no se fía de que en las próximas pueda tener tanta suerte… De ahí el nerviosismo, y las prisas, y su último movimiento de coger posiciones… En definitiva: su reino no es de esta democracia, y aún está por llegar… si nosotros le dejamos, claro.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

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