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Foto del escritorMiguel Galindo Sánchez

OTRO QUE AVISA...



El científico Michel André nos alerta que el mar está en el punto crítico de ruptura. Que el transporte, la búsqueda de petróleo, los parques eólicos, las maniobras militares, y una larga lista de actividades, lo están envenenando acústicamente, a la vez y al mismo tiempo que lo estamos haciendo tóxico químicamente con nuestros indiscriminados vertidos de basuras… Pues exactamente igual que la tierra y la atmósfera, lo mismo… ¿Para qué hacer distingos?..

Lo que pasa es que este profesor, que dirige el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas, se centra en la investigación sobre el medio marino, y asegura, sin ambages ni matices, que oye quejarse al mar de dolor, así, tal cual, literalmente. Que los sonidos que emite y que él llega a captar con sus medios ultracústicos, son de sufrimiento. Y se extraña de que nosotros nos extrañemos oírlo hablar así… Nos pone un ejemplo ante nuestras narices: existen muchas personas – nos dice – que no comen carne por la manera en que son sacrificados para nuestro consumo. Los mataderos dejan mucho que desear en cuanto el ahorro de sufrimiento, y el sufrimiento, sabido es, cristaliza la carne y la carga de toxinas, dañinas para nuestra salud.

…Pues bien – añade – “todo el pescado que comemos muere de la forma más horrible: por asfixia, pero nunca nadie se ha preocupado por ello, y, sin embargo, el efecto negativo de tal padecimiento es el mismo”… Es cierto, lleva mucha razón, es exactamente el mismo principio. El pez es tan animal como puede ser el conejo. Lo que pasa es que hemos recibido una cultura de compartimentos estancos para uso y abuso del consumo. Y freímos langostinos aún vivos como San Lorenzos en parrilla. O fabricamos paté infligiendo a las ocas el peor tormento que se puede dar a un ser vivo… Y es precisamente eso mismo, que nos conviene olvidarnos que son seres vivos, que, por el hecho de estarlo, gozan, sienten y sufren lo mismo que cualquiera de nosotros.

Pero es que, ya no se trata solo de eso… Sabemos que la vida en la tierra surgió – y surge – del mar. Así que si matamos el mar, matamos la tierra; y si matamos la tierra, nos matamos a nosotros mismos (enfermedades, pandemias…). Y, lo cierto, es que nos estamos matando por tierra, mar y aire. O sea, contaminando como ceporros los tres elementos, y sobre-explotándolos… La verdad es que ya no se consume ningún producto terreno sin su nivel de hormonas alterado, ni ningún pescado sin su nivel de mercurio, ni ningún vegetal sin su nivel de pesticidas, ni tampoco se respira ningún aire sin su nivel de fluorurocarburos incorporado…

Estamos hiriendo de muerte la cadena de vida del planeta, y no pensamos – no queremos pensar – que nosotros formamos parte de esa misma cadena de vida. Los atentados contra el medio ambiente los sufrimos con las catástrofes naturales con que se defiende ese mismo planeta, y los atentados que cometemos contra la cadena alimenticia nos procuran enfermedades y epidemias. El último aviso es el del Coronavirus que actualmente nos azota… Pero nosotros, cerriles y cerrados, seguimos echándole la culpa al pangolín o al laboratorio chino que lo parió. Es mejor eso que responsabilizarnos a nosotros mismos por nuestra forma de vida que está acabando con la vida.

El problema aquí es que, los que nos manejan e imponen esa vida, los poderes políticos, económicos y empresariales, utilizan un doble lenguaje: por un lado, aparentemente se apuntan a desarrollar políticas verdes y de salud, de las que hacen oportuno negocio (¿saben que los veinte trusts más ricos del mundo, en este año del Cóvid, se han enriquecido un 25% más, mientras el resto hemos empobrecido ostensiblemente?), y por otro, nos siguen inculcando las actitudes hedonistas, consumistas y ciegas con las que nos estamos suicidando como los buenos borregos que somos… Los grandes capitales sacan provecho de lo uno y de su contrario.

Michel André es uno más de los que saben y nos lo advierten. Otro de los muchos. Pero tenemos los oídos tapados y las almas saturadas de la basura que todos producimos, generamos, con la que contaminamos, y nos la volvemos a comer… Tal que así mismo.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo

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