El Instituto de Oceanografía hace aguas, que es lo suyo, claro... y no puede asumir la peor crisis de su historia. Sin fondos, no tiene ni para comprar gasolina para sus barcos, ha de devolver a Europa millones de euros por proyectos incumplidos... Enfín, un auténtico desastre...
Pero es que el Ministerio de Ciencia es algo así como la caja tonta del gobierno de España. Un escaparate vacío. Un escenario sin obra ni autor. Como la novela de Carmen Laforet: Nada...
Con un ministro-cromo, como el astronauta Pedro Duque, puesto de relumbrón, resulta inoperativo. Lo suyo no son los mares, si no el espacio. Y claro, siempre está en las nubes...
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