Hay que ver la que se ha liado en plena canícula… por cierto, y aunque no venga al caso… ¿saben que canícula viene por la constelación del Can?.. y yo, creyendo que era porque los pobres perros van de culo por el calor. Por eso las cosas son lo que son por lo que son y no por lo que uno cree que son… Y decía la que se ha liado en los periódicos y otros medios por lo del ciberespionaje y ciberataques y todo eso, que a mí me parece que la gente corriente y normal ya pasamos un poco de esto, dado que aceptamos – aún de mal grado – que seamos susceptibles de ser espiados por encima del hombro, y nos consolamos en parte de que nuestros engendros y paridas (como ésta) poco pueden interesar a los poderes fácticos. Y nos decimos a nosotros mismos que los poderes fácticos espían a otros poderes tan fácticos como ellos, y no a nuestras prioridades. Y eso parece tranquilizarnos.
Pero es el caso que EE.UU. y hasta la Otan, estan que trinan con China, y la acusan de promover ciberataques a empresas, personas y organizaciones estratégicas occidentales… O sea, les “está jodiendo el chip” de mala manera. Parece, o eso mismo dicen, que están utilizando el servidor de correos de Microsoft entre los objetivos pirateados, para consumar tales ciberataques… Un inciso que me preocupa: mi correo es de Microsoft, ¿estará entre sus objetivos?.. no creo, en mi caso valgo menos que el costo empleado, así que puedo dormir tranquilo de que luego no secuestren mis cosas y me chantajeen. Pero hay gente importante, poderosas, de esas de estar “bien relacionada en las alturas”, que sí, que a esas sí que les corre el galgo… Pues, en este caso, miren ustedes, Bilden acusa al régimen chino directamente, muy cabreado, y quiere imponer sanciones y todo eso…
Por otro lado, y al mismo tiempo, por una filtración habida, se ha descubierto el espionaje que, desde (digamos “ciertos”) gobiernos, se viene realizando sistemáticamente a cientos de miles de objetivos potenciales en todo el mundo: empresarios, políticos, científicos, opositores o pompositores, periodistas, investigadores… a través de los móviles. Se ha revelado a través del consorcio periodístico Forbbiden Stories y la organización Amnistía Internacional. Se realiza a través de la aplicación Pegasus, producto y tecnología israelí, que, por supuesto, funciona por satélite y sabe lo que piensa el sujeto hasta cuando está en el conperdón… Naturalmente, al venir el invento de Israel, aliado y amiguete de los cow-boys, aquí Bilden no ha dicho ni pío, ni Ping, ni nada de nada. Chitón. Ya no es lo mismo. No son iguales las naranjas de la China que las de Israel. Ni ya monta tanto Fernando como Isabel…
Todo esto viene a demostrar que son un hecho admitido el ciberespionaje, los ciberataques o las guerras de las galaxias, aunque, de vez en cuando, las potencias se quejen y se monten una movida diplomática con llamada de embajadores y todo, o se organicen una play story… Que estamos a ese nivel tecnológico, y esto es lo que hay… China, Rusia, los mismos EE.UU. que tanto se quejan, utilizan tales adelantos para meter las narices en casa de la competencia, y tanto del enemigo como del amigo (acuérdense de aquellos alemanes y franceses espiados por los americanos, cuando el Obama, donde la Mérkel se enfadó tanto y luego los perdonó). Es algo que todos lo saben y lo admiten porque también todos lo hacen… Lo que pasa es que hay que usar, de vez en cuando, el falso disimulo y la no menos falsa ofensa.
Pero vivimos en un mundo en que todos estamos con el culo al aire y lo único que podemos hacer es mantenerlo lo más limpio posible por aquello del qué dirán, para cuando el satélite correspondiente ponga su ojo en el del nuestro, que esté sin mucha mácula. Internet es como aquella antigua, descriptiva y clásica representación pictórica del Ojo de Dios. El ojo triangulado que todo lo ve y y todo lo registra… Y Google es su Leviatán, sus archivos; donde todos los conectados estamos configurados y perfilados; donde saben más de nosotros que nosotros mismos; donde todos los peces estamos en la red… que por eso mismo se llaman redes, ¡qué leches!..
Resulta una sangrante incongruencia que se nos venda como valor nuestro derecho a la privacidad y a la intimidad, en una sociedad en la que estamos cada vez más privados de tal derecho. En un mundo de cámaras, satélites, grabaciones y/o aplicaciones a las que nos exponemos, necia y voluntariamente por otro lado, con tanta alegría, fruición y dedicación. Somos los tontos del selfie; colgamos hasta la última de nuestra gilipolleces con un narcisismo enfermizo. Y somos felices sin comer perdices. Porque las perdices se las comen los que nos venden la fama efímera e idiota que buscamos. Nos exponemos en afectada pose a que nos fotografíen en cueros para luego denunciar violación de nuestra intimidad… O queremos toda la seguridad del mundo en nuestro entorno sin cámaras que nos vigilen…
Adoramos a la vez al dios y a su demonio, y queremos engañarnos a nosotros mismos… Y hasta lo logramos. Y entonces, nos quejamos que si hay que ver, o que si parece mentira… Pero no seamos hipócritas. No existe la moneda de una sola cara. O aceptamos las dos, o lo que no habríamos de aceptar es la puta moneda. E irnos entonces a vivir a una cueva en lo alto del monte más alto e inaccesible. Sin nada y sin nadie… incluso sin pulpo como animal de compañía. Quizá que la única libertad verdadera sea no ser, ni sentirse, parte de nada ni de nadie. Ser, o no ser, que dijo el príncipe de Dinamarca. ¿Usted qué dice?..
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
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