El Día de la Mujer no ha podido saldarse limpio de manifestaciones que demostrase que hacemos caso a las advertencias, y más que órdenes, rogativas, hechas desde las autoridades sanitarias. Han preferido la estridencia a la prudencia...
Y no lo entiendo. No puedo comprender que se pueda ser tan feminista como tan insolidaria a la vez para con sus compañeras que trabajan en la salud pública y en primera fila de (alto) riesgo...
Las consecuencias que procuran los efectos que producen las unas, las sufren las otras. Unas fomentan lo que otras pagan. Extraño feminismo éste, que ignora y abusa de una parte del mismo...
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