Lo de Marruecos y España amenaza convertirse en un sainete en tres actos, si no fuera por un par de cosas: porque Arniches murió hace la tira de tiempo, y porque esta historia es el cuento de nunca acabar. Para nuestra vergüenza, al menos – naturalmente hablo por mí y por los que quieran sumarse – y creo que también por los socios europeos de este país… Pero es un asunto tan triste y ruin, que convierte a aquel Sánchez de posturita humanitaria con lo de aquel Aquarius, ¿se acuerdan..?, en un pelele en manos de quiénes admiten ser los encargados de dar matarile en su nombre; y sin parecer darse cuenta que los refugiados de aquel Mediterráneo y de esta África, son los mismos seres humanos.
En el primer acto, sin consultar con Dios ni con Alá, ni siquiera con sus lares propios, traiciona al Sahara, ofende a Argelia, y se vende bochornosamente a Marruecos, enviando una carta de acatamiento y pleitesía a un sátrapa que lo ningunea a placer… A la lluvia de críticas que recibe desde todas partes (Europa se quedó de una pieza) les hace el Buda. Como mucho, explica que es la estrategia más ventajosa para España, sin molestarse en aconsejarse, ni, mucho menos, en dar explicaciones de esas ventajas. Lo que cada cual, o cuála, suponga, todo queda en terreno especulativo, pues él piensa que no tiene que rendir cuentas a nadie. Se carga una política cuasi que institucional que han seguido todos los gobiernos de derecha e izquierda de este país, de la noche a la mañana, así, en un plis-plas, y se queda tan pancho.
En el segundo acto sobrevienen las consecuencias del primero, como era de esperar. Argelia toca a rebato, nos nombra a todos nuestros muertos, y llama a capítulo a su embajador en Madrid. Nos anuncia que rompe el Tratado de Amistad y Cooperación con nosotros, que ya no somos de fiar, y que el gas (tan vital en las actuales circunstancias) lo vamos a comprar en los chinos, o, en su defecto, si lo obligan los contratos firmados, a precio nada preferencial como hasta ahora. Quedan igualmente dañadas nuestras exportaciones a ese país, con empresas afectadas e intereses destruídos. Eso se llama tirar piedras contra el propio tejado. Magnífica jugada económica la de un Sánchez, al que, inexplicablemente, no se le montó la moción de censura que merecía su gran cagada… Pero con lo de la energía sí que se pone nervioso, y coge cierto miedo, y llama a su primo el de Zumosol (Europa) para que lo defienda. Y Bruselas ha de decirle al argelino que somos un país europeo, y si los tratados están para romperlos, los contratos están para cumplirlos. Y que a Alá lo que sea de Alá y a la UE lo que sea de la UE. Sin embargo, el daño está hecho y el enemigo juramentado. Eso es lo que se ha logrado.
El tercer acto de un sainete que ya no es comedia, si no tragedia, es lo último acaecido en las vallas de Melilla, poco después de los esfuerzos de Sánchez y sus correveydiles en convencernos que la pérdida de Argelia la vamos a ganar, aún crecidamente, con la lealtad de Marruecos (nunca, jamás, en la historia, ha sido leal, y lo demuestra enseguida); así que, con su “inestimable” cooperación como sicario-portero contra la inmigración `por el sur, a las primeras de cambio nos monta una carnicería. Hete aquí los resultados. Así como la lamentable actuación al respecto de nuestro Presidente en plena Otan “al dente”.
Marruecos comete una masacre – sobradamente demostrada por lo demás y a todas las instancias – en el primer asalto a la valla de la nueva era: crueldad e inhumanidad de colmillo retorcido, que no se oculta en decir que ha sido por nuestra cuenta, y que allí estaba nuestra policía de espectadora de la matanza. La respuesta de Sánchez es decir que han obrado justamente… luego, puesto ante los horribles hechos, se escuda como una mierda de estadista diciendo que él no había visto los vídeos y evidencias cuando lo justificó… Europa se horroriza y pone en marcha a su Fiscalía, mientras él queda como un peo… Pero sigue justificando a Marruecos, incluso enviándole al títere de su Ministro de Exteriores para lamerle el culo al reyezuelo y seguir justificándolo en su casquería… El agradecimiento a tal respaldo del marroquí ha sido señalar a España y responsabilizarla de las muertes en la valla de Melilla, a través de una pseuda Delegación de Derechos Humanos, cuya dirección es designada a dedo por el propio tirano alauí.
Un papelón el nuestro, mientras Biden calla y escurre el bulto… A saber si todo esto ha sido manejado por él ante un limpiabotas deseoso de darle betún. Al fin y al cabo, EE.UU. es aliado estratégico de Marruecos desde la guerra fría, se está aprovechando de los fosfatos de las tierras arrebatadas a los saharauis, y quiere apropiarse ahora del mercado de gas africano en su propio beneficio, con la excusa de una guerra de Ucrania que él ha jaleado y alentado desde el principio. Y, como propina, nos mete dos destructores americanos más en la base aeronaval de Rota.
Esa es la jugada, precisamente. Pero fuera como fuese, la matanza última nos pesará en las costillas políticas como un vergonzoso baldón de ensangrentada chapucería. No digo yo en la conciencia colectiva, porque para eso debe haber conciencia social, y de esa queda muy poca, prácticamente está casi agotada, y va a menos…A veces pienso que, hoy por hoy, quizá Sánchez sea un digno presidente para un indigno pueblo. Y les pido disculpas por mi personal opinión.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com
Magnífica descripción de la dura e indecente realidad. Solo un "pero": Biden, aun no siendo santo de mi devoción, en lo de la guerra de Ucrania está del lado de la razón. El dolor lo ha creado Putin (Rusia) y, a día de hoy lo sigue creando. En estos mismos instantes está matando a inocentes, está masacrando sin piedad a un pueblo. Saludos.