Aleluya y gracias sean dadas y las campanas volteadas: ya se venden en las farmacias, libremente y sin receta médica, los tests de antígenos...
Tres veces ¡viva!, pero... ¿cómo se controla a los que salgan positivos y se lo callen?... habrá hasta quiénes, sabiéndolo, sigan saliendo e infectando por ahí. Ancha es Castilla pero yo no me meto en la casilla... ya saben.
No entiendo tal descontrol. Aquí, o no llegamos o nos pasamos... Cuánto más lógico sería que el servicio completo se diera desde las mismas farmacias, informando a Salud de los positivos para su seguimiento. Que no me hablen de responsabilidad personal en un país, en una región, donde la quinta ola ya cabalga hacia el disparate. Por favor...
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