La pretensión legal de que sean los hosteleros los que denuncien a sus propios clientes que no cumplan las normas y consuman en la vía pública lo que es "para llevar", es, sencillamente, inmoral... Y si revierte la sanción sobre ellos, sería un abuso de autoridad manifiesta...
Es la policía, guardia civil, etc.la que tiene que vigilar que la gente cumpla con lo establecido, no los empresarios que no pueden dedicarse mas que a sobrevivir. Es de una desfachatez espantosa exigir que le hagan el trabajo a las fuerzas de seguridad a costa de sus propios intereses...
Que cada cual apeche con su obligación, sí, pero echar esa obligación de unos sobre los hombros de otros, no... Demasiada cara dura.
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