No es que no podamos, es que no queremos… O dicho con una mayor propiedad: es que no queremos poder. Y me refiero tanto a lo de dominar la pandemia, como a dominar la vergonzosa situación política, que nos muerden los calcañares. Cada vez me convenzo más que somos nosotros, la gente, los ciudadanos, los paseacalles de a pié, a los que nos encanta poner a parir a todo cristo (sobre todo a nuestros contrarios ideológicos) y a quejarnos en tascas y esquinas, en tabernas y cavernas – como buenos cavernarios que somos – antes que tomar por lo derecho… Que nos viene muy bien excusarnos con nuestros políticos antes de responsabilizarnos con nosotros mismos… Nos resulta comodísimo.
Un ejemplo en política: la tronada moción de censura murciana, aún y con el fracaso cantado por usar de los tránsfugas, es votada por las bases socialistas (un ínfimo y fantasmal porcentaje de sus votantes, por cierto) y sale un 99% que “sí, bwana”… A mí, personalmente, claro, estas super-mega-astro-mayorías me hacen desconfiar de principio. No son normales. Demuestran un “la Voz de su Amo”, un don ángel siseñorismo, más que manifiesto… Y lo digo independientemente de la idoneidad de la consulta. Pero es que siempre ocurre igual en cualquier partido que se hagan. Siempre sale lo mismo: una aplastante mayoría a la propuesta del aparato. Resulta muy fácil dotar de una apariencia de sólido apoyo con un porcentaje insignificante de los que realmente votan esas siglas, y es que, matemáticamente es así, los incondicionales ciegos son un microporcentaje de los votos reales… Pero, eso sí, son tremendamente útiles para tales fines.
Por cierto, y porque viene a cuento, claro: que el PP se ha pasado por sus bolsas, al menos tres normas firmadas y ratificadas por él en el patético “affaire” murciano: 1).- el Pacto Antitransfuguismo de 1.998 con los demás partidos, ampliado y ratificado en noviembre de 2020… 2).- sus propios Estatutos Nacionales de 2018, en los que considera infracción muy grave “constituir o cambiar mayorías de gobierno e instituciones públicas con tránsfugas de otras organizaciones políticas”… Y 3).- inclusive el Reglamento de Organización Política del PP de Murcia, aprobado el 2017, y que condena taxativamente estas (inmorales) prácticas… Lo que demuestra que, sean unos u otros, todos, sus incondicionales, babeantes o votantes, aquí estamos – nos tienen – para justificar lo injustificable y ejercer de palmeros cuando haga falta.
El ejemplo en lo de la gestión de la pandemia también es tan sencillo, básico y repetitivo, y tan elemental, que basta con el pan nuestro de cada día: En mi pueblo mismo (y estoy seguro que en todos los pueblos, pero solo hablo de lo que veo), tras… ¿y van cuántos ya?.. él último cierre de la hostelería y del municipio, aún con todas las quejas, protestas, pataletas y lamentos consuetudinarios de siempre, baja el nivel de infectados y se reinicia la apertura según costumbre. Vale, muy bien, cojonudo… Salgo por la anoche a que mi perro me pasee, y cada fín de semana invariablemente, observo las terrazas petadas, las mesas escoradas, las mascarillas quitadas, codo con codo, riendo fumando, tosiendo, gritando… sin control ni modo. ¿La policía, dice usted?. Ni está, ni se le espera (es un pacto no pactado del vive y deja vivir y que sea lo que Dios quiera… Naturalmente, la incidencia, lentamente, poco a poco, vuelve otra vez a subir… Montemos la cuarta ola, querida Mariola…
No hablemos de las fiestas ilegales, botellones encubiertos, montadas y quedadas en toda España… Porque a ellos les sale de sus vaciedades, llanamente… ¿Qué efecto les hace lo de las sanciones en forma de multas?.. cero patatero. Es más, yo creo que hasta les ceba y engorda, pues entre ellos presumen de batir récords… “yo llevo tantas, acho, ¿y tú..?”. Y tengo – y mantengo – mis personales dudas a que lleguen incluso a pagarlas… ¿Quiénes?, ¿ellos?.. ¡já!.. sus papis, ¡já, já, já!.. Son otros los castigos que hacen falta, no esta gilipollez para que encima se rían y nos tomen el pelo… Y todo eso lo sabemos.
Pero es la ciudadanía la sola y única responsable de sus actos. Jóvenes y no jóvenes, adultos, maduros o viejos, todos y cada uno de nosotros, los que andamos haciendo el zascandil… Las autoridades relajan su responsabilidad ante nuestra manifiesta irresponsabilidad… Anda y que os den, pensarán, y el político negociará según su interés de nómina. Dame tu voto y dime tonto, se dirán, et tutti contenti…
Por eso mismo digo que no es que no podamos hacer nada, es que no queremos hacer lo que debemos poer. Ninguno de nosotros… Bueno, alguna habrá, pero, con sinceridad, son tan pocos que vienen a ser la excepción que confirma la regla… ¿Qué no… ¡Anda ya..!
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
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