(de MurciaPlaza)
Que “el hábito no hace al monje” es más que una máxima… Y, sin embargo, nosotros nos disfrazamos de todo menos de lo que somos: de nazarenos, de huertanos, de romanos, de trinitarios o de moros y cristianos.
La realidad es que el apuntarnos a todo apunta que no somos nada… Si acaso, monos que imitan, don-vicentes que se hacen gente, masas de emuladores corrientes, aunque juren que es que así “se siente”…
Sentirse no es vestirse. Mi hija, por ejemplo, siente y huele el mar, y se funde con él y se hace sal… El histrionismo provinciano de montar saraos de cualquier invento es todo menos auténtico.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
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