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Foto del escritorMiguel Galindo Sánchez

LA PRÓRROGA




Decía un maestro que tuve… bueno, realmente es que yo tuve un solo y único maestro, además de cojonudo, que “las cosas son hasta que terminan”, en un intento de hacernos entender que nada se puede dar por acabado hasta que no llega a sus últimas consecuencias… Un sabio consejo, por cierto. La única cuestión es que nunca se sabe a ciencia cierta lo que tardan en aparecer, y lo que duran, tales consecuencias. Y muchas veces, no tenemos la suficiente paciencia para esperar a que suceda toda la secuencia de los aconteceres. Saltamos de unos sucederes a otros como conejos. Y, a veces, hasta ocurren con una rapidez inusual…

Como es el caso de Díaz Ayuso, o como algunos empiezan a llamarla: Isabel Cibeles… donde la justicia del destino (dicen que el destino es el único siempre obra con justicia) se ha dado con los pies en el culo para darle debido cumplimiento. Quien tiene que estar tirándose de las barbas, lamentándose de su aciaga suerte, es Pablo Casado, que ha perdido los Tercios sin poder entrar en Flandes, y, encima, en el fondo, llevando – o eso parece – más razón que un santo, por una puñetera y única vez en su carrera política, aunque, como siempre, las formas lo pierden… A lo peor es precisamente por eso mismo, porque las peores maneras arruinan las mejores razones… Tomen nota de eso. Yo también me lo apunto a mí mismo.

Rebobinen y hagan ustedes memoria: cierto que Casado le tenía unas ganas locas como pocas, porque la diva no disimulaba una jodida onda de su cabello en sus ansias de moverle la silla al jefe. Y que, con lo de su trato de amor fraterno, encontró la oportunidad de medirle el lomo a la chulapa… y que lo hizo fatal, una chapuza que resultó en chapuzón, que debe venir de ahí mismo el ahogarse por no sabe nadar. Y Pablo Casado no aprendió nunca a nadar guardando la ropa, o sea, el cargo. Pero llevaba toda la razón del mundo. Lo que pasa es que la lógica no es política, si acaso suegra política… ¿hay alguna otra clase de suegras?.. Pero, no, la política es todo lo contrario a la lógica.

Así que, en vez de vencer la verdad sobre la falsedad, fue la (presunta) delincuencia la que ganó la partida al justiciero; y la venganza actuó sobre la templanza; y a la aspirante a golpista se la ensalzó sobre el supuesto estadista… Lo que aquí confluye, naturalmente, aunque no sea natural, es que al nomber two, el “huesoliva”, el escudero del César, era odiado por la corte, parece ser que por lo soberbio de sus maneras, o eso dicen. Así que los palaciegos aprovecharon la torpeza de Casado para dejarlos de lado. Y quitárselos de en medio. Sin importarles un ápice la posibilidad de la certeza de su acusación, de que en Madrid se estaban enriqueciendo sinvergüenzas enmascarillados a la sombra del poder… Llevas razón, acho, pero ya le estás pidiendo perdón a la chata y largándote echando leches… El rey ha muerto, que le den por la gatera al Rey, y viva el nuevo Rey.

Pero parece ser que sí, que la Dama de los Camelos ocultaba mierda bajo su regia alfombra, y que su hermano, cierto era, tenía el pesebre puesto a costa del dinero público administrado por ella desde su trono del madroño… Y que lo que eran soplos y susurros, como aquel descamisado que le sopló a la oreja de Casado, se fue convirtiendo en acusaciones más sustanciales y contundentes (a su oreo igual se ha descubierto el escándalo y abuso de los señoritos de siempre sobre el más que inepto administrador Almeida, solapándose en la misma corrupción). Así que la Fiscalía Anticorrupción comenzó a investigar y encontrar paños y apaños sucios por doquier… Lo que pasa, ya se sabe, que cuando entramos en las alturas, Fiscalía General del Estado y todo eso, la política se casa y coyunda con la justicia, y las tapaderas comienzan a bailar, y a las bocinas les ponen sordina… a ver si pasa y queda en ná, que luego tó se olvida, mi vida…

Pero, hete aquí, ¡cachislá!, que la Fiscalía Europea ha tomado cartas en el asunto, porque el (o los) enjuagues, se han hecho con dineros de las ayudas europeas, y eso ya compite a la UE purgar tal delito… Así que nuestra fiscala generala, Dolores Delgado, a la que se le han visto las enaguas, por cierto, se opuso a ello diciendo que lo que ocurre en España se soluciona en España, y que no se entrometan en nuestra justicia, que buena es ella (la fiscala, no la justicia)… Pero la Fiscalía Europea le ha sentado un golpe de maza: “Tal decisión no se ajusta al Derecho de la UE”, y anuncia seriamente, y sin paliativos: “seguirá la investigación”, y punto pelota. Nuestra fiscal, nombrada por el Psoe, por cierto o por descon-cierto, ha puesto a España con sus declaraciones al nivel de Polonia, una imperdonable metedura de pierna (es una dama).

El delito se centra en la compra-venta de unas mascarillas que, en lo más duro del Coronavirus, cuando la gente moría a manguerazo limpio, se vendieron a la Comunidad de Madrid, ilegalmente, y, además, con un escandaloso margen del 500%... O sea, aparte lo ilícito e inmoral, usando fondos comunitarios y enriqueciéndose deshonestamente a cargo de la desgracia. Ese es el sainete que esconde Díaz Ayuso entre sus teatrales actuaciones, y que le costó a Casado su carrera monclovita, que tanta ilusión tenía, el pobre…

Pero a este cuento aún le queda el colorín colorado. “Las cosas no son hasta que se terminan”, me parece oír a mi querido don Joaquín… Y esto aún no ha acabado. Otra cosa es que lo haga como Dios manda, o que termine como el Rosario de la Aurora. La historia seguirá tras la Guerra de Ucrania y los adormecedores fastos mediáticos semanasanteros. Para hacerlo bien, deben dimitir, al menos, doña Isabel y doña Lola, y el bufón de alcalde, de momento, por pura dignidad, si es que tienen alguna. Y luego sentir vergüenza, si les queda, a toda esa banda de golfantes, vividores del cuento, políticos de aluvión, y corruptos, que, de la noche a la mañana, cambiaron de emperador apuñalando al anterior… Y ustedes perdonen.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

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