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Foto del escritorMiguel Galindo Sánchez

LA GANGRENA CATALANA



Se lo he leído a un excelente periodista catalán, Xavier Vidal-Folch, quien afirma que no hay fractura interna en Cataluña, pero sí un desgarro de convivencia (confieso no captar la diferencia de matices), aun precisando entre fisura social y fisura política. Se basa el autor en el divorcio entre secesionistas y no secesionistas, y entre ellos mismos, y en un estudio avalado por Metroscopia donde se afirma que un 83% de los que creen en la secesión, se acercan a sus amistades afines a la misma y se alejan de los que no creen en ella, frente a un 15% que no actúa así. Lo mismo se da en el campo inverso. O sea, existe un rechazo mutuo. Y esto ocurre en una sociedad civil, ¡já!, que se proclama a sí misma “una sociedad compartida e incluyente”, y donde dos tercios de sus ciudadanos se declaran a la vez tanto catalanes como españoles.

Y en este punto, el escritor – catalán, repito – vincula las algaradas callejeras violentas recientes por el rapero Hasél (excusa utilizada) con el uniteralismo, minoritario a pesar de todo, secesionista, que no dispone de otra fuerza que la de violar la ley contra la mayoría de los que prefieren la unidad. Y afirma, sin ningún género de dudas, que el instigador y abanderado de la violencia callejera es Junts, el movimiento de Puigdemont y de la encausada por corrupción Laura Borrás… Y que se está distinguiendo por acallar, tolerar, bendecir, apoyar y aplaudir la revuelta urbana y todo acto vandálico que altere cualquier tipo de convivencia entre catalanes…

Pero aún dice más: afirma que los agentes violentos, epígonos del pujolismo más corrupto, son los “heréus” pijos de la burguesía catalana más rica y pudiente… Y en su artículo vierte nombres y razones, y empresas y asociaciones, que respaldan su aserto… Estos son los “revolucionarios de izquierdas” que defienden las libertades quemando blindados con policías dentro, y agrediendo y saqueando cuánto se les pone por delante… O sea, hijos de papá y mamá, junto a guerrilla urbana profesional pagada por los bolsillos del mismo papá; niños señoritos con el culo cubierto por la familia jugando a lo que no llegarán a ser en toda su puñetera vida… Estos son los representantes proletarios de puño en alto y navaja bajuna. Pijerío de marca y prosapia de la crema catalana.

Hasta aquí lo que el analista catalán vierte en su artículo, que tampoco es poco… El que la violencia del separatismo cerril estuviera conectada con ésta por el fantasmagórico derecho de expresión, podía sospecharse (que estalle nada más acabar las elecciones catalanas frente a una inestable coalición de “indepes” resulta muy significativo), y la basura huele a la porquería que se junta… Pero que se constate “desde dentro” por una pluma independiente, autorizada, libre y catalana, ya vence cualquier existencia de duda.

A lo que Vidal-Folch no llega, es a extender su análisis fuera de las fronteras de Cataluña… Pero es que el conflicto también existe porque está alimentado y animado por fuerzas políticas a nivel nacional, incluso que comparten responsabilidad de gobierno aunque no tengan sentido de Estado. Porque, como ya ustedes estarán pensando a estas alturas, Unidas-Podemos es el aliado natural de Junts, de Puigdemont, de Borrás y de cuanto tahúr del separatismo anida en sus mafiosas cloacas. Es su socio en el trile, en el navajazo trapero y en los embustes. Es un inventor de mentiras y zapas que se suma a la causa de cualquier separatismo, porque debilita el centralismo y fortalece su divisionismo, que es dónde y de donde medra…

Lo de la responsabilidad de mantenerlo como fuerza de coalición, ya no es función de los catalanes, ni de los unos ni de los otros catalanes, pero sí que es de sumo interés para todos. La fuerza o debilidad de cualquier gobierno estriba en que esté unido o desunido. Al menos, en lo importante. Aquí está más claro cada día que pasa que la desunión, la divergencia, es cada vez mayor, y que está provocada por una sola de las partes: aquella que incluso se atreve a criticar la calidad de la democracia de la cual se está sirviendo y alimentando su disidencia (lo cual es un contrasentido)... También Iglesias está, como Junts, detrás de las algaradas y de la violencia urbana. Por supuesto. Echenique lo dejó grabado y claro. Quiere cargarse esa democracia "incompleta" en la que no cree pero de la que vive opíparamente, para implantar la suya con el lote completo, que es la que quiere y en la que cree, porque es la que más le conviene. Por eso mismo está por la quema.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

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