Hay un par de maneras de hacer la apertura de un curso: una, como Fray Luís de León, con su "decíamos ayer...", y la otra, al modo de Monterroso: "cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí..."
La primera no termino de verla. El buen fraile omitió una larga y angustiosa odisea personal, e hizo como si no hubiera existido. Como una especie de borrón y cuenta nueva... No, esa situación, para mí no ha llegado aún...
La segunda sí me cuadra más. Tan solo cambien ustedes "dinosaurio" por "virus", y lo verán claro. Cuando despertamos del la letárgica siesta veraniega, el jodido bicho nos estaba esperando. Y con más hambre que nunca.
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