Un nuevo vocablo desea abrirse paso para insultar a cuanto huela a hombre, por las inquisidoras del actual santo oficio: Testosterónico. Las lideresas de la reunión valenciana (yo no digo aquelarres, ni se me ocurre) acusan a todos de hacer "política testosterónica"...
Pues vale, si a mí se me permite decir que es una ocurrencia "ovariónica". Puede valer tambien "ovarrancia". Me parece a mí que no es ese el camino, pero, enfín, si se empeñan...
Las amazonas, con la alcaldesa Colau y sus escuelas formadoras para hacer nuevos hombres del viejo, están dispuestas para dar la batalla. Incluso bajando al terreno del insulto de una oposición que tampoco sabe tomar posición.
コメント