¿Qué fue del Capitán Trueno?.. ¿y del Guerrero del Antifaz?.. ¿o del Jabato?.. ¿Qué fueron de aquellos héroes de mi infancia?.. ¿de una infancia necesitada de héroes, porque sobraba el héroe Gran Hermano y faltaban héores de calle, domésticos, del día a día, de soñar en nuestras noches, solo por una cuestión de simples principios?.. ¿Dónde quedaron los héroes que alimentaban la imaginación de los de mi generación?.. ¿En qué momento desaparecieron de nuestras fantasías?.. ¿y de nuestras ilusiones?.. ¿y de nuestras esperanzas?..
Mi entorno fue privilegiado para con mis héroes. Todas las semanas llegaban a mi casatienda en viejas y gastadas, y mugrientas, sacas de Correos, entre las cartas de supervivencia que las gentes se escribían, dentro de paquetes de la Editorial Bruguera. Unos pocos ejemplares de cada uno, que se ofrecían en la parte baja del expositor de madera. Arriba, las revistas; en medio, los periódicos; abajo, a la altura de los críos, los tebeos… Había que darse prisa en leerlos, antes de que desaparecieran, tratándolos con exquisito mimo y cuidado, absorviéndolos con extremado esmero. Y había que memorizarlos, ya que no se me era dado el quedármelos. No eran para mí, pero eran míos recordándolos…
Quizá por eso, porque siempre me acompañaron pero nunca los tuve, mi percepción infantil de los héroes se mantuvo guardada en mi ánimo y no en los cajones, que es donde maduran y envejecen las utopías de los críos… Vamos, esto es lo que pienso yo, claro, pero bien puedo estar equivocado. Y puede que todos los que fuimos chiquillos tengamos enquistado en ese ánimo del ánima, el sentimiento, más que el sentido, del héroe.
Puede que esto mismo hace que la rebaja, a precio de saldo, que hoy se hace de los héroes, me llame tanto la atención. Porque estos tiempos fabrican héroes como morcillas, sacamos héroes de todos lados, desde los que cumplen con su obligación en una profesión libremente elegida, hasta el que realiza una buena acción, algo positivo, pasando por todo el que aplaude y/o se le aplaude desde cualquier balcón de la existencia… En la actualidad los héroes salen baratos, pues todos podemos llegar a serlo si se nos nomina, o si estamos en el lugar y momento oportuno, a tiro de zoom y de conveniencia. O porque convenga venderlo socialmente desde los medios y los ruedos.
Y esto pasa también porque, la verdad de todo, la pura y dura realidad, es que, no solo los héroes han desaparecido, si no que hasta las personas de intachabilidad existen, si es que existen, fuera de lo que históricamente ha sido su marco de referencia: la política, la democracia, nuestros democráticos políticos… Hace cuarenta años, se respetaba a todo aquel que dedicara sus esfuerzos al servicio público de una mal pagada representación política. No eran héroes, pero se les suponía una probidad y honradez fuera de toda duda…
En absoluto es lo que ocurre hoy en día. Ahora la clase política es de una mendacidad y de una mediocridad insultante. La sensación, que no se ocultan en disimular siquiera, es la de hacer carrera, la de servirse en vez de servir, la de aprovecharse en lugar de aprovechar a la comunidad… Lo que siempre fue una ocupación honorable, respetada y respetable, hoy es despreciada y despreciable. Se ha conseguido que la política sea el refugio de los mangantes. Hoy, los héroes, si es que aún existen, andan ocultados, que no ocultos, están escondidos, aunque no se escondan…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
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