La famosa vacuna anticoronavírica de Pfizer que nos encendió la primera esperanza de volver a la vieja normalidad, no es de Pfizer, si no de BioNTech, que la desarrolló hasta la fase en que ya no pude financiarla, y solicitó ayuda...
Allí apareció Ugues Sahin, que negoció un acuerdo de colaboración y se firmó el pasado Marzo. El que puso las perras anuncia el invento, pero si siente usted la anecesidad de rezar agradecimientos, hágala a BioNTech, no a Pfizer...
No obstante, no olvidemos a los ángeles de la guarda que utilizan los ocultos intereses (económicos) para obtener milagros. Bien está lo que bien acaba, si es que, al final, acaba bien...
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