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Foto del escritorMiguel Galindo Sánchez

EL RIESGO DE LA LIBERTAD


Pongo todos estos ejemplos a cuenta de la tan manida, como también manipulada, derecho a la libertad de expresión… Y, miren ustedes, a pesar de que sé muy requetebien (lo he experimentado en mi propio pellejo) que esa libertad de expresión puede mal-utilizarse y llevar a abusos (pobre del que con él se cebe la prensa), es preferible mil veces a la mordaza impuesta por cualquier Estado, y aquí lo mismo lo hacen los gobiernos de izquierdas que de derechas, pues en ambos dos existen, en mayor o menor medida, apetencias totalitarias además de democráticas. No es cuestión de ideologías, si no de tutorías (ya me entienden)…

Pero, ya digo, es preferible correr los riesgos de una libertad, que la falsa seguridad de una censura inquisitorial… Estoy seguro que, de existir lo segundo en detrimento de lo primero, yo mismo no podría escribir aquí, ni decir en mi programica de radio, muchas de las cosas que suelto… Con la libertad de expresión habremos de soportar las tres “B”: muchos Bulos, Burradas y Barbaridades, inconvenientes que, con educación, tolerancia y respeto – que solo se dá con la formación y la cultura – se puede dominar y superar. Sin embargo, sin ese derecho, a pesar de la ignorancia reinante, con una ley mordaza que la silencie, se puede llegar a suplantar también el derecho a pensar por sí mismo. Y el librepensamiento es el mayor don del ser humano…

Con una buena libertad de expresión, alguien puede llegar a soltar un disparate, sí, pero también otro puede corregirlo, o ejercer crítica sobre él. Es el derecho de ambos. Pero sin esa libertad, solo el dictador impone un derecho que le ha secuestrado a los demás. No existiría el derecho a réplica. Todo sería falso, y ni siquiera la posibilidad de averiguar la verdad podría existir. Es justo lo que ocurre en los regímenes dictatoriales: que donde no se garantiza la libertad tampoco se garantiza la verdad…

Yo he tenido suficiente con cuarenta años de franco-falangismo. Y, a pesar de haber conocido personalmente los más que posibles abusos y malusos de esta libertad de ahora, lo prefiero cien veces mil a su contrario.

Recuerdo aquella ocasión extraña. Los sucesos violentos ocurridos en El Ejido (Almería), con el telón de fondo de la inmigración, trasladaron su atención mediática a Torre-Pacheco, como escenario idóneo para la reproducción del estallido. El grado de expectación pública es fabricable. Los medios de comunicación estuvieron intensificando su presencia – casi que provocando – y merodeando por el paisaje y el paisanaje del pueblo… hablando con inmigrantes, sacando instantáneas furtivas de cuanto se les antojaba de interés… Afortunadamente nada que lamentar…

…Pero, un domingo, en foto destacada de portada de un periódico regional, hete aquí que aparecimos el Concejal de Interior de entonces del Ayuntamiento, y un servidor, como Juez de Paz del municipio, con un inmigrante en la plaza principal. La interpretación dada por el medio a pie de foto distaba años luz de la realidad. De hecho, era lo opuesto a lo que en verdad sucedía. Ni qué decir tiene que a nadie recabaron información, y si lo hicieron, no era de interés para vender periódicos, y se fabricaron la suya. Simplemente, se la inventaron…

En otra ocasión, se había liado uno de esos folklores dialécticos con respecto a la idoneidad y/o legalidad de las Cámaras de Comercio en cuanto a la obligación del pago de cuotas por parte de las empresas. Por mi cargo de vicepresidente de Coec, como a tantos otros, un medio me había hecho una entrevista telefónica al respecto… Aquella mañana estaba a mitad de una reunión en Croem, cuando recibo una llamada de mi buen amigo el Presidente de la Cámara de Comercio de Cartagena… Estaba sorprendido, y casi que escandalizado, de mis declaraciones en la prensa. Cuando pude hacerme con un periódico, lo comprendí... Nada de lo que ponía fué lo que yo había dicho. Todo estaba torcido, retorcido, manipulado y sacado de contexto. Se parecía a lo real como un huevo a una castaña. Solo la buena relación personal y mi “buena prensa”, salvó una situación que pintaba bastos. Estuve dispuesto a una demanda, pero el “ofendido” me disuadió: “es lo que buscan, así alargan el escándalo. Si no hacemos caso, en unos días todo olvidado”…

Tal cual, así fue.- Pero, ya digo, a pesar de las manipulaciones y abusos a los que se somete la libertad de expresión, es preferible a la implacable censura de cualquier dictadura…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

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