Quedó pendiente una cruzada contra las casas de juego, que proliferan como las bares. Lo respeto. Pero no creo que esa sea la solución. Pienso que es mejor, mucho mejor, educar que prohibir. Si existe la oferta, es solo porque existe la demanda...
Se acusa de su ubicación cercana a colegios, y que es una tentación para los crios. Pero si esos niños saliesen formados de esas escuelas en lo pernicioso del juego, importaría bien poco...
También se calla que el juego es uno de los principales ingresos que tiene Hacienda, y no creo que renuncie a ellos, ¿o acaso las Loterías del Estado no es un juego del que también todos participamos con fruición?.. ¿y es igual de pernicioso?..
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