(de Meer)
El Seprona ha empapelado a veinte agricultores mazarroneros por abrir cincuenta pozos ilegales con que regar sus lechugas, tomates y melones… No diré yo que se deba o no hacer, pero el padre que no puede dar de comer a sus hijos roba para poder mantenerse. Y aquí, ni llueve ni nos mandan agua alguna.
Mientras tanto, hasta en las tiendas de barrio han dejado de vender verduras frescas, y solo tienen de las insípidas congeladas… en un lugar que, hasta en tiempos de duro secano, nunca faltaban para sus habitantes.
Algo ha cambiado y para mal. Mientras tanto, las grandes distribuidoras intermediarias acaparan y multiplican por diez el precio de los productos que monopolizan sin ningún recato… ¿Y alguien hace algo?..
Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com.
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