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Foto del escritorMiguel Galindo Sánchez

A GUARDIAS CIVILES, MUNICIPALES Y POLÍTICOS



No sé si recuerdan aquel caso que conté aquí mismo, de aquella persona enajenada, que vive años sola en condiciones infrahumanas, y que se dedica a hacer la vida imposible a sus vecinos; a provocar incendios; a salir a la carretera y tirar piedras a los coches desde un viaducto; o atacar a los que pasan por sus inmediaciones, cuando se le cruzan los cables, extranjero y abandonado a su propia locura, el pobre diablo… Me dicen que el otro día atacó a una chica a pedradas, y que la esperó atravesando la carretera con un montón de cantos a su alcance y disposición.

Como viene siendo natural, se volvió, otra vez, a denunciar el caso a la Guardia Civil. Una vez más, y ya se acumulan docenas de ellas… Y una vez más, también, como viene siendo innatural, tampoco se ha hecho puñetero caso (la Policía Municipal se encoge de hombros, reconoce que esta situación viene de años, y se reitera en que su competencia es de los Civiles, no de ellos)…

Así están las cosas, y así se mantienen, hasta que ocurra algo que sea irremediable, y entonces se empezarán a hacer informes de autojustificación quitándose la responsabilidad de encima y echándoselas unos a otros. Siempre ocurre así. Hasta los políticos que deben tomar cartas, cuando haya que lamentarlo, se excusarán los unos con los otros en un mutuo lavatorio de manos, muy al estilo de Pilatos… como ya es costumbre en esta casa.

Yo pregunto, con permiso, claro: ¿Qué hay que hacer cuando se amontonan múltiples denuncias de este calibre – donde se está poniendo en peligro la seguridad, quizá la vida, de las personas - a lo largo de años, y nadie, nadie, hace nada al respecto?.. ¿Cómo corresponde obrar a los afectados en tal caso?.. ¿A quién, o a quiénes, denunciar, cuando los que deben actuar no actúan?.. Porque no cabe la menor duda que alguien, o álguienes, no están asumiendo la responsabilidad que les corresponde… Está meridianamente claro que existe una dejación de responsabilidad por parte de alguno, o algunos, que está poniendo en peligro, por su omisión… ya deliberada y repetida omisión en este caso, la seguridad de los ciudadanos… Y sigo preguntando, dada mi torpe ignorancia: ¿a los guardias?; ¿a sus mandos y/o responsables superiores?; ¿al juez del distrito, al que, supuestamente, le llegan, o han de llegarle, tales denuncias?.. ¿quizá al fiscal, que no actúa en consecuencia?.. ¿Habrá que ir hasta al Delegado de Gobierno?.. ¿Acaso al Defensor del Pueblo?.. ¿O es que hay que acudir hasta Bruselas?..

Un amigo metido en leyes, estupefacto como yo, amablemente me informa, que, aparte de la comisión de los delitos denunciados, se da el caso que la persona que los comete reiteradamente está privada de sus facultades mentales, y eso supone que, por estricta ley, tal situación debe ser comunicada de inmediato al Juez correspondiente para que dicte su tutela y protección de sus propios derechos, ya que su estado también atenta contra su propia seguridad (Cap. II de los Procesos sobre Adopción de Medidas Judiciales de Apoyo a Personas con Discapacidad), y me apunta a la posibilidad de que puede estar fallando el Concepto de la Denuncia.

Quizá… puede ser – los ciudadanos no son especialistas en leyes – pero no lo creo, por la simple razón que, en la mayor parte de las denuncias, si no en su totalidad, se hace saber (ya no sé si el funcionario lo hace constar) que el sujeto en cuestión es un perturbado mental. Que es un pobre trastornado. Porque, entonces, encima, a mayor inri, en este caso se están incumpliendo, no una, si no dos, obligaciones legales: el delito contra la seguridad pública indiscriminada, y la obligatoriedad de dar parte de una persona con incapacidad mental, violenta, abandonado de la mano de Dios…Aquí, las autoridades competentes – por llamarlas de alguna manera – están haciendo dejación de responsabilidad por dos motivos graves, distintos, si bien que relacionados.

No es plato de buen gusto tener que ocupar mis escritos en estos temas. No me place, en modo alguno… Pero cuando esa pequeña comunidad afectada acuden a ti, indefensos ante una autoridad que ningunea sus reiteradas denuncias, con las dudas y la desesperación puestas por montera, con el angustioso dilema de no saber qué hacer ya porque empiezan a no creer en el cuento del “denuncie usted”… Cuando si, en estos casos (desventajas éstas de haber sido + de 20 años Juez de Paz) es lícito y justificado practicar la legítima defensa llegado el caso, y ver que están próximos a convocar reuniones para organizar el “a ver qué puede hacerse”… Entonces, lo menos que puedo hacer es unirme a su grito de demanda, darle voz pública, e intentar reconducir la cuestión por la vía que no se debe de perder… porque a lo peor, no son ellos los que incumplen, si no otros los que no cumplen…

Pero yo solo soy un pájaro trompetero que grita en el desierto del “mirar para otro lado”, y mi competencia en lo que en verdad se necesita es ya nula… Pero necesitan soluciones. Y la atención de esas autoridades y políticos, que, cada cuatro años, sí que se acuerdan de acercarse a ofrecer sus cojonudos servicios a cambio de ser votados. También los ciudadanos de barrios y lugares deberían organizarse, y que firmen sus compromisos, por escrito y ante testigos, antes de ser escuchados en lo que luego nadie piensa cumplir… por ejemplo.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

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