Me comunican de la Gaceta Murciana de Mediación / http://gacetademediacion.com / que prepare algo para el segundo número, que lo van a dedicar a los Juzgados de Paz, que fueron la base de la Mediación en España, cuando no se conocía como tal Mediación… Y es así, efectivamente. Fueron las primeras Constitucionales, las de Cádiz, “la Pepa”, las que pusieron los fundamentos de los primeros Jueces de Paz, que no era otra cosa que mediar en los conflictos entre vecinos y representar a la Justicia en los pueblos y comunidades. Un modelo copiado, por cierto, de la cultura anglosajona, que ha dado, y sigue dándoles, muy buenos frutos en la resolución de problemas.
Hoy, desgraciadamente, esos Juzgados de Paz funcionan al revés que entonces: se da prioridad al acercamiento de los servicios de la Justicia al ciudadano (solo hasta cierto punto); presta (aún y de momento) servicios también de Registro Civil; y casi que le han retirado las competencias de intermediar en los problemas entre vecinos. Justo al contrario que entonces… Naturalmente, se está barajando el proyecto de su desaparición del mapa de la Justicia Española. Sería un inconmensurable y craso error. Si los Juzgados están rebosados y rebasados (España es la última de Europa en dotación de jueces y juzgados por número de habitantes), tal medida la llevaría al colapso total.
Como ejemplo, si me lo permiten, expongo mi propia experiencia: Yo estuve más de 20 años como Juez de Paz en Torre-Pacheco (un municipio que, por su población, hacía – y hace – el trabajo de un Primera Instancia). En el tiempo que yo estuve, aún tenía las competencias para celebrar Juicios de Faltas, así como también Actos de Deslinde, Amojonamiento y Arbitraje… En un promedio escaso de un par a la semana que se nos delegaban, quitados los espacios del verano, como poco, nos caían cien juicios anuales – y estoy siendo corto en mi estimación – así que, en números redondos, en el tiempo que estuve ejerciendo, lidié, al menos y como poco, dos mil Juicios de Faltas… Bien. Puedo asegurar (en dicho juzgado se conservan los datos) que el 90% de ellos, quizá algo más, se arreglaron por mediación entre las partes, sin tener que llegar a la Sala de Vistas del Juzgado… Me reunía con cada una de tales partes por separado, luego conjuntamente si era necesario, y ese 90% de denuncias se archivaban sin celebración de un juicio, que, sin la menor duda, hubiera ido en perjuicio de ambas. Una pequeña parte de ellas, si acaso, se derivaba a un Acto de Conciliación, donde ahí acababa todo. Un buen acuerdo en vez de un mal juicio.
A poco que se piense y se calcule, todos esos miles de arreglos por mediación iban en descargo del volumen de la Justicia ordinaria. Multipliquen Vds. por todos los juzgados de Paz, y el resultado es inconmensurable… Pues bien, eso es lo que se ha eliminado de los actuales Juzgados de Paz, entre otras cosas. Así que el colapso está servido.
Por supuesto, el sistema judicial español, obligado por otra parte por Europa, se ha visto impelido a, de alguna forma, re-instaurar la mediación perdida, si bien que ampliándole sus cometidos, en la Mediación Profesional: asuntos civiles; empresariales; laborales; divorcios; conflictos familiares; y un goteo de etcéteras que se van añadiendo a los mismos… Y aquí estamos los Mediadores Profesionales funcionando ya en este sentido y en este campo., en el que la Justicia está derivando y descargando, por ley, cada vez más competencias.
Naturalmente, en estos tiempos y en estos lugares, el que antes echa la caña al río, antes coge los peces, y los Colegios Profesionales anejos, ante la falta de información de la ciudadanía, por un lado, y de la tibieza y pereza de los propios mediadores profesionales, por otro… y también hay que decirlo: la inoperancia e incompetencia, y falta de interés, de los Ayuntamientos, que no quieren complicarse la vida facilitándole servicios a sus ciudadanos (el plan asumido por el de Benidorm es todo un ejemplo, pionero y modélico), están aprovechándose de las ganancias a rio revuelto… Algunos pocos en nuestra región están dando pasos abúlicos en tal sentido. Y otros muchos aún miran para otro lado a ver si les cae la breva por la cara.
Yo animo desde aquí a cuanto Mediador Profesional hemos formado en nuestra Escuela, que se apunten en el Ministerio de Justicia los que aún no lo hayan hecho. Y que empiecen a moverse y a situarse. Nosotros no cejaremos en ayudarles, apoyarles, asesorarles e intentar facilitarles los proyectos, ya que estamos recibiendo, si bien que tímidas, ofertas en ese mismo sentido… Y animo igualmente a los ciudadanos de los pueblos a que pidan y exijan, e informarles, por si aún no lo saben, que esto es ya un hecho irreversible, que, por puro desconocimiento (quizá que calculado por las administraciones locales) no se están aprovechando de tal posibilidad. La Mediación está ahí, y los Mediadores estamos aquí. Y de la desidia de los unos se aprovechan los otros… aunque lo paguemos todos nosotros. Seguro, oigan, seguro.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com
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